Las doce y ni una llamada
no marcas el número de mi soledad
y crece la distancia entre nosotros
Las doce y ni una llamada
en mi cabeza el insoportable vacío
pareces un sueño lejano que se marcha
Y no suena el teléfono, me ahoga la decepción
de que nunca comprendas qué estoy pasando
aunque mi agonía se haya convertido en montaña
Las doce, mi esperanza pende
de un teléfono que se ha quedado muerto
y de mi corazón que grita “te amo”
Las doce
Las doce y ni una llamada
no marcas el número de mi soledad
y crece la distancia entre nosotros
Las doce y ni una llamada
no soporto este martirio
y quiero decirte que todo terminó
Y no suena el teléfono, me ahoga la decepción
de que nunca comprendas qué estoy pasando
aunque mi agonía se haya convertido en montaña
Las doce, mi esperanza pende
de un teléfono que se ha quedado muerto
y de mi corazón que grita “te amo”
Las doce