Un profeta me tomó de la mano el Día de los Muertos, (1)
me aconsejó sobre el valor del engaño,
de las sombras que cambian según las reglas de los metamorfos
y de que los cuentos nunca sirven solo para tontos.
El jurado de la consciencia vino ante mí
y me mostró un ángel celestial,
quien me tomó de la mano y me interrogó sobre más que la verdad
y a sus preguntas respondí:
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Nada más cierra los ojos y te haré creerlo.
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Con gusto te engañaría.
Permaneció tan erguido como los secuoyas,
bebió té en el dedal de la costurera.
No quería contarle la verdad con honestidad
así que le dije mentiras para calmarlo.
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Nada más cierra los ojos y te haré creerlo.
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Con gusto te engañaría.
Mentiras sagradas y relatos:
puedo ser quien quieres que sea.
Mentiras sagradas y relatos:
puedo ser quien quieres que sea.
¿Pero me quieres?
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Nada más cierra los ojos y te haré creerlo.
¿Quieres la verdad o una mentira bonita?
Con gusto te engañaría.
Mentiras sagradas y relatos:
puedo ser quien quieres que sea.
Mentiras sagradas y relatos:
puedo ser quien quieres que sea.
¿Pero me quieres?
¿Pero me quieres?