Dios no es una imagen de madera,
ni tampoco un Señor que está dormido,
no es el Dios amargado y escondido,
alejado en su azul inmensidad.
Dios no es una imagen de madera,
es mi Padre que siempre va conmigo,
que me habla lo mismo que a un amigo,
que me ofrece su vida y su amistad.
Dios me habla, Dios me llama,
Dios mi Padre que me ama.
Dios no es el que siempre me vigila
con el rostro sombrío y enojado,
que desea encontrarme algún pecado,
juez terrible que busca castigar.
Dios es fiel compañero en mi camino
que con gozo y amor me ha acompañado,
que si a veces me alejo de su lado
me sonríe y me vuelve a perdonar.
Dios me habla, Dios me llama,
Dios mi Padre que me ama (x2)