La luz de la mañana
los gritos de obreros
en el dedo un escarabajo
ya es primavera.
Y abro las ventanas,
la glicina ya está aquí
el mundo se viste como cada lunes.
El horizonte es libre como un amante que
se engrandece sin darse cuenta que prisionero es.
Olvídate, olvídate que la tristeza se aleja,
mi temor es vivir, salir, amar y reír
y no vueles ahora
porque a mi lado ya no estás.
Y pienso un poco en mi madre
en esa manía suya
decía: más trabajo, más dinero se va.
Y las estaciones van como motocicletas
de jóvenes fanfarrones hasta que su vida acaba.
Olvídate, olvídate
te das cuenta un día que
los que te entienden
todos están detrás de ti.
Olvídate, olvídate que la tristeza se aleja,
mi temor es vivir, salir, amar y reír
y no vueles ahora
porque a mi lado ya no estás.