Nunca olvidaré en mi vida
esa tarde fría del invierno aquel;
yo esperaba en un portal,
comenzaba a llover.
Tú llevabas un paraguas,
yo tomé tu brazo y me cobijé;
comenzamos a reír,
caminamos sin saber.
Nunca, mi amor, olvidaré
cuando por primera vez yo te besé;
nunca, mi amor, olvidaré
todo el mundo de ilusión de nuestro ayer.
Nunca olvidaré las horas
que pasamos juntos en aquel café;
la emoción que yo sentí
al acariciar tu piel.
Tú tenías quince años,
yo no había cumplido aún los dieciséis.
Desde entonces soy feliz,
tal y como lo soñé.
Nunca, mi amor, olvidaré
cuando por primera vez yo te besé;
nunca, mi amor, olvidaré
todo el mundo de ilusión de nuestro ayer.
Nunca olvidaré las horas
que pasamos juntos en aquel café;
la emoción que yo sentí
al acariciar tu piel.
Tú tenías quince años,
yo no había cumplido aún los dieciséis.
Desde entonces soy feliz,
tal y como lo soñé.