Sueña día y noche
y se imaginó,
que en vez de ser bruja
fuera la mujer más bella del mundo.
Algúna que otra poción mágica preparó
pero para belleza verdadera
no crecen hierbas.
Yo quiero bien a la bruja,
aquí de pié la miro sin pestañear.
¡Qué gran desbaratamiento causa
esta bella cara harapienta!
Ahora sé que soy un necio,
mas en completa felicidad
todo a ella le doy.
Ya hace mucho que sueña
su deseo de otra vida.
Pero cambiar la obra de Dios
no es cosa pequeña.
¡Oh, bruja, recuerda tu poder!
¡La belleza es el poder del día,
el tuyo el de la noche es!
Tras muchas noches hechizadas,
por fin yo entendí,
que volar con una escoba
siempre fue algo especial.
Y vuelo ahora sobre el país
y siento llena de felicidad
la belleza que hay en mí.