Yo recuerdo el Argonne, 1918.
Los sonidos de esa batalla aún me atormentan hasta este día.
Fuego de metralleta desde lineas enemigas.
El enfermizo sonido de una bayoneta desgarrando a través de carne humana.
El soldador a la par mía disparando su pistola en desesperación.
Todo estos sonidos todavía hacen eco en mi mente,
Y como si fuera conducido por la Muerte misma todo se une como música.
Un ritmo de muerte
Una sinfonía de guerra