En la cenizas de lo que hemos hecho
encontramos alivio en la abstinencia
sentimos la pena sin el dolor,
en el fuego después de que haya llovido.
A la cara detrás de la máscara
hay una pregunta nunca preguntada,
somos los que estamos bajo tierra
secretos esperando a ser hallados.
Todo se pierde
en la neblina de la medianoche,
como diamantes en la oscuridad
la gente tiende a pasar los diamantes,
y todos nos perdemos
en la neblina de la medianoche,
somos diamantes en la oscuridad
escondiéndonos del mundo.
Escóndeme del mundo
escóndeme del mundo.
Tiritamos mientras temblamos,
postrados en el suelo como serpientes,
las personas no invitadas nos aman más;
los extraños son más amables que nuestros amigos,
nada se mueve amables
distancia dentro de la desconexión,
patrones son cosidos mientras el tiempo se desenreda
una cara rota que ya no frágil.
Y todo se pierde
en la neblina de la medianoche,
como diamantes en la oscuridad
la gente tiende a pasar los diamantes,
y todos nos perdemos
en la neblina de la medianoche,
somos diamantes en la oscuridad
escondiéndonos del mundo.
Escóndeme del mundo
escóndeme del mundo
escóndeme del mundo
escóndeme del mundo.