Niña mía, las lágrimas no son agua, están saladas,
Y muy adentro del alma la respuesta correcta no encontrarás,
Pero yo lo entenderé y no quitare la culpa a nadie;
Todos son culpables, y tu día no existe y no habrá.
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Mi niña, porque estas callada?
Hay que decir algo.
Hay que entender: el dolor ajeno hay que pagarlo.
Niña dale la mano a tu padre, agarra fuerte
No la sueltes, es difícil amar, más fácil - perder!
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Niña mía, las lágrimas no son agua, están saladas
Y en el fondo del alma la respuesta correcta no encontrarás
Pero yo lo entenderé y no quitare la culpa a nadie;
Todos son culpables, y tu día no existe y no habrá.
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.
No lloras, niña, deja las cosas como son,
Haga caso al papa, pues el papa siempre tiene la razón,
Nadie te ama como el, nadie,
Nadie te consuela y te perdona por todo.
Nadie te consuela y te perdona por todo.