Y entonces, niña mía,
Qué haces contigo, de donde sacas las fuerzas;
Cuantas, niña mía,
Lagrimas te derramaste, la sal bastaría con creces.
De verdad es un océano tranquilo.
Tú vas tras el hasta el fondo, y el hasta el fondo
Te bebe como una copa de vino.
Estribillo:
Recuerda, me tienes a mí, incluso si estás sola en el mundo,
A tu lado estoy, no temes nunca.
Tú decidas, si ir allá; en aquella lejanía, donde con la neblina
Está cubierto todo en la cercanía - no te vayas a estrellar, niña mía.
No te vayas a estrellar, niña mía.
Entonces, niña mía,
Que hacías mal, no es fácil para ti.
Cuantas, niña mía,
Las noches sin dormir, te darías todo,
Para quedar dormida en su hombro.
Cada santo día, que pásaste con el,
Te recuerdas hasta el detalle más tonto.
Estribillo:
Recuerda, me tienes a mí, incluso si estás sola,
A tu lado estoy, no temes nunca
Tú decidas, si ir allá; en aquella lejanía, donde con la neblina
Está cubierto todo en la cercanía - no te vayas a estrellar niña mía.
No te estrelles, niña mía.
Recuerda, me tienes a mí, incluso si estás sola en el mundo,
A tu lado estoy, no temes nunca
Tú decidas, si ir allá; en aquella lejanía, donde con la neblina
Está cubierto todo en la cercanía - no te vayas a estrellar niña mía.
No te te vayas a estrellar, niña mía.
No te vayas a estrellar, niña mía.