Vengo a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque voy a pelear en otras tierras,
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.
Ya yo me despedí de mi adorada
y le pedí por Dios que nunca llore,
que recuerde por siempre mis amores,
que yo de ella nunca me olvidaré.
Sólo me parte el alma y me condena
que dejo tan solita a mi mamá,
mi pobre madrecita que es tan vieja
¿Quién en mi ausencia la recordará?
¿Quién me le hará un favor si necesita?
¿Quién la socorrerá si se enfermara?
¿Quién le hablará de mí si preguntara
por este hijo que nunca quizás volverá?
¿Quién me le rezará si ella se muere?
¿Quién pondrá una flor en su sepultura?
¿Quién se condolerá de mi amargura
si yo vuelvo y no encuentro a mi mamá?