No sé por qué
insisto tanto en quererte
si tú siempre haces de mí
lo que te parece.
Si a tu lado
sé tan poco de ti,
es por otros como sé
quién eres.
Lo sé todo,
con quién andas, adónde vas,
pero disfrazo mis celos
aún así.
Pues aprendí
que mi silencio vale más
y de ese modo te voy a traer
hacia mí.
Y como premio,
recibo tu abrazo
sobornando mi deseo
tan antiguo.
Y cierro los ojos
ante todos tus pasos
engañándome.
Sólo así somos amigos.
Cuántas veces
me da rabia querer,
aceptar todo
lo que me haces.
Ya he hecho de todo
para intentar olvidarte.
Falta coraje para decir
que nunca más.
Somos cómplices,
ambos somos culpables.
En el preciso instante
en que tu cuerpo toca el mío,
ya no existe
ni lo bueno ni lo malo,
sólo amor que por arte de magia
aconteció.
Y sólo así
yo perdono
tus deslices.
Y es así nuestra
manera de vivir.
Y en otros brazos,
tú resuelves tus crisis.
En otras bocas
no consigo olvidarte.
Olvidarte.