Mujer, de todos mis sueños,
bien sabes que tú eres mi vida,
por tí yo tanto he sufrido,
por ese tu ruín corazón.
No tienes ningún reproche,
pues sabes lo mucho que te amo,
que sufro de día y de noche
por esta, mi desilusión.
No sabes tú que mi dolor
causado siempre fue
por tu mal proceder;
será siempre fatal
para este gran amor
que yo te dediqué.
Y todo lo que tú me has hecho,
destrozando mi alma
sin piedad, ninguna,
robando mi calma
con tus arrebatos
de mujer infiel.
Odiarte debería
y nunca recordarte,
tu engaño y felonía
jamás perdonaré.
Mas sé que es imposible
arrancar de mi pecho,
mi corazón deshecho
ya no podrá vivir.
Llorar, siempre llorar
al recordar mi gran pasión;
reír ya no podré,
sólo tendré desilusión.