Perdí hoy mi alma en tus manos.
Si supiese darte amor
cómo te lo daría,
si pudiese darte los besos, labios sanos
de quien besó de amor y lo supiera.
Si pudiese darte los besos, labios sanos
de quien besó de amor y lo supiera.
Tal vez no se me escurriese entre los dedos
el alma, como un barco
que se aleja,
si en la frágil condición de tantos miedos,
pudiese yo tener de ti lo que me basta.
Si en la frágil condición de tantos miedos,
pudiese yo tener de ti lo que me basta.
Y, aunque conseguí tener el barco en mar,
por miedos y cansancios
me había perdido,
espero la vida entera para verte
y la vida, que es sólo mía, aún me espera.
Espero la vida entera para verte
y la vida, que es sólo mía, aún me espera.
Espero la vida entera para verte
y la vida, que es sólo mía, aún me espera.