No hay amor sin libertades
ni libertades callando,
que el amor calla gritando
cuando nos duele profundo.
Ni hay más verdad en el mundo
que la que duele cantando.
Basta decir que la vida,
como la música, amigo,
si tú la quieres conmigo,
deberá ser con amor.
Que sin amor, no hay cantor
ni hay canción entre enemigos.
De La Habana a Camagüey,
tú vete, que yo te sigo.
De La Habana a Camagüey,
tú vete, que yo te sigo.
¡Mírale, y mírale, y mírale!
Que no me vendo, lo saben
los que intentaron comprarme.
Y en su empeño por forzarme
a cantar lo que no quiero,
perdieron tiempo y dinero
sin lograr domesticarme.
Sobra decir que no quiero, no, no,
cantar a nada podrido.
Mi voz disputa un latido
que la razón no destruya,
por eso mi voz es tuya
y este canto es compartido.
De Extremadura a Madrid,
de tu nido hasta mi nido.
De tu nido hasta mi nido.
¡Ese cubaneño!, ¡vámonos!
De tu nido hasta mi nido.
(De tu nido hasta mi nido).
Para dedicarte esta canción
(De tu nido hasta mi nido).
ay, decirte con el corazón.
(De tu nido hasta mi nido).
Al niño Josele, a la familia Pastor.
(De tu nido hasta mi nido).
De tu nido hasta mi nido.
(De tu nido hasta mi nido).
Cántalo, báilalo, gózalo.
(De tu nido hasta mi nido).
Ven conmigo, morena.
(De tu nido hasta mi nido).
Y tú verás qué rico este rumbón.
(De tu nido hasta mi nido).
¡Vamos! ¡Ahí na más! ¡Vamos p'allá!