La noche no tiene brazos
que te impidan marcharte,
en las sombras de mi cuarto
hay mil sueños por cumplir.
No sé cuánto tiempo fuimos
ni sé si te llevo en mí,
conozco el viento donde te invento, así.
No sé si es luz de la mañana
ni sé lo que queda en nosotros,
conozco las calles que recorremos solos,
porque tú,
Dejas en mí
tanto de ti,
me matan los días,
las manos vacías de ti.
La carretera aún es larga,
cien kilómetros de tierra,
cuando la espera no tiene fin,
hay distancias sin perdón.
No sé cuánto tiempo fuimos
ni sé si te llevo en mí,
conozco el viento donde te invento, así.
No sé si es luz de la mañana
ni sé lo que queda en nosotros,
conozco las calles que recorremos solos,
porque tú,
Dejas en mí
tanto de ti,
me matan los días,
las manos vacías de ti.
Navegas escondida,
pierdes en las manos mi cuerpo,
me besas un soplo de vida
como un barco abraza al puerto.
Porque tú,
dejas en mí
tanto de ti,
me matan los días,
las manos vacías de ti.