Aquí,
en mi tiempo y lugar,
aquí, en mi propia piel,
por fin puedo comenzar.
Que el siglo me pase
parado bajo el cielo nocturno.
Mañana no significa nada.
Yo era apenas un niño en ese entonces,
apenas me sentía vivo cuando
escuché una canción por la bocina de un coche que pasaba,
y le recé a una estrella moribunda,
el recuerdo se desvanece,
casi puedo recordar cantar la, la la, la la la la,
la la, la la, la la la la.
Nosotros vimos el fin del siglo
comprimido en una pantalla diminuta,
una estrella muerta colapsando, y pudimos ver
que algo estaba terminando,
¿Acaso pretendes
que vimos las señales en los suburbios?
Tú jamás pudiste haber predicho,
que pudiéramos ver a través de ti,
Kaspárov*, Deep Blue**, 1996.
¿Tu mente te está engañando ahora?
El espectáculo terminó, así que haz una reverencia.
Vivimos a la sombra de la, la la, la la la la.
La la, la la, la la la la.
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la
Oye,
deja el celular por un rato,
en la noche hay algo salvaje.
¿Puedes oírlo respirar?
Oye,
deja la laptop por un rato,
en la noche hay algo salvaje.
Lo siento, me está dejando.
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la
La la, la la, la la la la.