Muy alto, en el cielo,
más allá de la ciudad, más allá de Tokio,
la luz plateada, la luna del verano.
Estarás en el invierno de alguien esta tarde,
cuando los delfines naden en el mar.
Te saldrán canas, bebé
aun así, la guerra ocurre sin final,
día tras día, día tras día.
Muy alto, en el cielo,
más allá de la ciudad y el lago Erie,
recuerdas las llanuras, ahí estabas
fuera cada noche, Señor luz de luna.
Dando y dando vueltas, vamos
sólo como ayer.
Muy alto, en el cielo,
más allá de la ciudad donde duermes esta noche,
la luz fuera de tu ventana parpadea.
Hotel, hotel, hotel
abre los ojos ciegos y sueña en un rayo de luna.
Cuando la guerra termine,
nos encontraremos de nuevo,
y reanudaremos donde nos quedamos.