Me sabe a hierba, me sabe a fuego,
me sabe a tierra, me sabe a vino,
me sabe a nube, me sabe a cielo,
me sabe a lluvia y a vendaval.
Me sabe a copla, me sabe a olivo,
me sabe a luna, me sabe a sal.
A esto y todo revuelto,
a esto me sabe tu corazón.
A esto y todo revuelto,
a esto me sabe tu corazón.
No era la luna ni era la estrella,
que eran tus ojos que me miraban
y un paraíso y una quimera
que era el calor de tu corazón.
Ni un tiempo nuevo ni una bandera,
lo que buscaba en la oscuridad
era más que una idea,
un medio contra la soledad;
era más que una idea,
un medio contra la soledad.
A cambio del olvido te entrego el alma,
a cambio del olvido te doy mi amor.
A cambio del olvido, ¡abre tu corazón!
¡Anda!
~ ~ ~
Sólo quien ama tiene la aurora,
sólo quien sueña vence el olvido.
El mar no muere, mueren las olas,
el cuerpo pasa y queda el amor.
Abrirá un día la primavera;
entre sus flores me encontrarás
donde vive el deseo,
donde vive la realidad.
Donde vive el deseo,
donde vive la realidad.
A cambio del olvido te entrego el alma,
a cambio del olvido te doy mi amor.
A cambio del olvido, ¡abre tu corazón!
¡Ay, corazón!
¿Por qué me causas tormento?
¡Ay, corazón,
si sabes que yo te quiero!
Vente conmigo niña,
que hay luna llena
y el mar está quieto,
en un barco de vela
por la bahía de los luceros.
¡Ay, corazón
que me embruja y enamora!
¡Ay, corazón
que en el fuego me devora!
En un barquito de vela
por la bahía de los luceros. (4 veces)