Lejos, muy lejos tras el mar,
se extiende un país dorado.
Allí los niños no sufren en la escuela.
Allí todos los ancianos son ricos.
En los rosales crecen cigarrillos,
en las palmeras crece chocolate.
Y todos cuantos allí han vuelto a nacer
volver atrás no desean.
Fluyen allí ríos de cognac,
resplandecen lagos de champagne,
y patos asados
vienen volando directos a vuestra mesa.
La gente allí no se alimenta de una idea,
ni se alimenta del mañana.
No saben que hay alguien
y que vamos hacia algún lugar.
Allí es azul, un cielo azul,
y al atardecer brillan las estrellas,
y todos cuantos allí han vuelto a nacer
volver atrás no desean.
Allí no se conoce la palabra “trabajador”.
Ni la conocen ni la quieren conocer.
Lejos, muy lejos tras el mar,
se extiende un país dorado.
Allí los niños no sufren en la escuela.
Allí todos los ancianos son ricos.