Lejos, lejos quedan los días despreocupados,
observo cuan ligeros se desvanecen.
Escucho el silencio, lo que calla en silencio,
veo la paz y la guerra, caliento la noche en una llama.
Yo soy el camino, el camino,
sí-sí, el camino, el camino.
Lejos, lejos en donde no hay mal ni desgracia,
me diste agua y yo me sumergí en la profundidad.
La luna, desposada, era besada por el día,
eras visible desde tan lejos, tras el aire y la oscuridad.
Yo soy el camino, el camino,
sí-sí, el camino, el camino.
Caminamos juntos por el río, reuniendo armonía,
pero ahora tan sólo veo sus huellas en la arena...
Yo soy el camino, el camino,
sí-sí, el camino, el camino.
Lejos, lejos...