Los años se resbalan como migas de pan tiradas en la basura
Se apilaron en montículos de sueños rotos
Miras atrás y piensas:
Por qué me vendí–
¿No por más?
Las noches que te quedan están enumeradas
Tu vida es una colilla quemada en un cenicero giratorio
Miras atrás y piensas:
Por qué me vendí–
Mientras tus cenizas golpean tu ataúd nadie recuerda quién eras
Nada es tan banal como una vida a punto de acabarse
No te apegaste lo suficiente a tus armas para que a alguien le importase recordarte
Lo que queda es un foso de noche negra y la eterna miseria en el olvido sin fondo
Me escondo debajo una sábana
Que el frío ha cubierto
La noche observa en silencio
Ella dice mentiras
La nada flota sobre mí
Con piernas descubiertas me defiendo
Hago mi lecho de muerte
Hago mi lecho de muerte
Los años se te resbalaron como migas de pan esparcidas en la basura
Se apilaron en montículos de sueños rotos
Cuán seguido miraste atrás y pensaste:
Por qué me vendí–
¿No por más?