A continuación señores,
asistirán a un cuplé.
No se trata de ver cucos
ni andar buscando fantasmas.
Es un cuplé de una murga.
Tan sólo una payasada.
Rogamos que si critican
tengan algo de piedad.
Ah, y cualquier similitud
es pura casualidad.
-Decime flaco, ¿Por qué vamos a hacer el cuplé ahora?
-Escuchame hermano, acabamos de grabar la presentación. Tenemos que cantar el cuplé...
-No señor. ¿Por qué siempre se tiene que hacer lo que vos querés?
-No es lo que yo quiero. Es lo que tenemos que hacer, hermano...
-Si yo fuera el dueño de esta murga...
-Elijan músicas más fáciles, muchachos. Que la gente pueda cantar.
-Dejate de tanto arreglo bobo.
Si yo fuera el dueño de esta murga,
no tengan ninguna duda,
que saldríamos primeros.
Basta de esa música difícil.
No embromen con contracantos.
Quiero un coro bien murguero.
Si yo fuera el dueño de esta murga,
todo saldría mucho mejor.
Utilizaría el humor grueso,
haría chistes relajados
y de súbido color.
Se armó relajo por culpa de este.
Vos estás de vivo, yo quiero decir.
Escúcheme a mí. Escúcheme a mí.
Déjeme a mí dirigir.
Si yo fuera el dueño de esta murga
le podría telas caras
y un vestuario deslumbrante (elegante).
Si yo fuera el dueño le pondría
una ropa bien discreta
como las murgas de antes (atorrante).
A la murga yo le metería
muchos bailes y coreografía.
Yo no dejaría que La Falta
salga más en bañadera.
Hay que volver al camión.
Se armó relajo por culpa de este.
Vos estás de vivo, yo quiero decir.
Escúcheme a mí. Escúcheme a mí.
Déjeme a mí dirigir.
Si yo fuera el capo de la Falta,
echaría a este careta
que es terrible garronero (embustero).
Yo la haría bien politizada,
mucho "pueblo", "patria libre",
"igualdad" y "compañero" (sensiblero).
Si yo fuera el dueño, le doy raje
al que abuse de los beverages.
Ay, yo saldría en tanga o minifalda,
con brocatos y organdíes
y sentado en el camión.
Se armó relajo por culpa de este.
Vos estás de vivo, yo quiero decir.
Escúcheme a mí. Escúcheme a mí.
Déjeme a mí dirigir.
No se vaya a tomar en serio
lo que ellos dicen. Son puros cuentos.
Yo los dirijo y están contentos
pues perseguimos el mismo fin.
Mirá Pitufo, que acá en el coro
siguen soñando con tu galera
y contrataron dos macumberas
pa engualicharte su plin plin plin.
Todo el mundo pretende el poder
sin tener decisión en la murga.
Esto así ya no puede seguir.
Es mejor no salir nunca más.
Porque al final, no da más pa calenturas
si todo el día te andás peleando.
Sería tan lindo el poder seguir cantando
juntos y alegres como hacíamos ayer.
Esto que ahora ven aquí arriba,
esto seguro lo reconocen.
Usted, mi amigo, mucho no goce,
que en su laburo le pasa igual.
Y esa señora de acá del barrio
que tiene líos con su marido.
Porque los dos están convencidos
de que en su casa debe mandar.
Aquel botija en la cuarta fila
al baby futbol no juega más,
porque quería el capitanato
y se peleó con el centrohalf.
Y en el tablado también hay bronca.
Porque la guita que deje momo,
antes que entre, discuten como
los dirigentes la gastarán.
Los partidos fraccionados.
Las fracciones divididas.
Las divisiones cortadas.
Las ilusiones a punto de ser perdidas.
Cooperativas sin gente
en el salón comunal.
Sindicatos con diez listas.
Las pegatinas nunca tienen personal.
¿Te acordás hermano del 84?
Cuando la esperanza se puso a flamear.
No te preguntaban ni pelo ni marca.
Solo interesaba salir a luchar.
¿Te acordás hermano, lo lindo que era?
Saber que buscabas el mismo ideal.
Desde las esquinas de todos los barrios
peleaba mi pueblo por su libertad.
¿Donde están los abrazos de entonces?
¿Las promesas de ayer donde están?
Los de arriba se matan de risa.
Y aquí abajo es para llorar.
El poder repartió camisetas
y en su trono otra vez se trepó.
Nuevamente el que reina y divide
la sarten por el mango agarró.
Le proponemos a la vecina
que no se embronque con su marido.
Son tantas cosas las que han vivido.
Vale la pena reflexionar.
Y a vos, botija del baby futbol.
Pensá que el cuadro te necesita.
Y que es más lindo mandarla adentro
que un brazalete de capitán.
A los muchachos que andan cabreros
en el laburo y el sindicato,
les proponemos charlar un rato
con una mano en el corazón.
Y a los murguistas los invitamos
a salir juntos por los tablados
con esos coros desafinados,
porque es del pueblo nuestra canción.
Sí, esta todo muy lindo, pero escuchame, la cuestión es que... Si yo fuera el dueño de esta murga...
Poder. Poder. Viejo ladino que a los hombres separó.
Poder. Poder. Sus mercaderes han sembrado división.
Para poder ganar la historia de la nueva humanidad,
es importante escucharnos los de abajo,
comprendernos y juntarnos, sin querernos dominar.
Porque el poder que solo sirve y dignifica
es aquel que hace posible el servir a los demás.
Salud. Salud. Para vos, barrio querido, esta canción.
Salud. Salud. Que te brindamos como símbolo de unión.
País. País. Tu Falta y Resto sólo quiso reflejar
en sus estrofas, inquietudes solidarias,
este grupo de payasos que te quieren alegrar.
Haciendo murga, que es lo que hace con el alma
que es rebelde y orientala, porque murga es carnaval.