Se rinde hasta la luna a su belleza,
el mar, su espléndida coraza,
conserva su historia en la tierra,
concede un baile sólo a quien sabe amarla.
Las montañas le regalan al mar
el olor del arrayán en flor1,
no tengo corazón ni viento
sin su amor ni su cariño.
No todo el mundo sabe que las estrellas brillan
para todos menos para mí,
porque hasta el cielo ha comprendido enseguida
que no puedo hacer nada si
no veo la luz, si no estoy contigo...
Mejor que de verano o de invierno,
te prefiero con ropa de otoño,
y si pienso en ti como mi esposa
quisiera que fueras siempre primavera.
Montaña que le regala al mar
el olor de sus arrayanes en flor,
corazón y viento no tengo
si no duermo en su abrazo.
Nadie sabe que las nieblas bailan
con todas las almas menos con la mía,
porque hasta el cielo ha comprendido enseguida
que no puedo hacer nada si
no veo la luz, si no estoy contigo...
Dos ojos como cuchillos relucientes
los tuyos, me miran y nosotros,
niños afligidos tú y... yo.
No veo la luz si no estoy contigo...
1. https://es.wikipedia.org/wiki/Myrtus_communis