El amanecer que descubre mi cara
Me despierto y me visto en el lugar
equivocado,
tan equivocado.
Lo siento, me distraje,
te dejé sola
en el momento equivocado,
tal vez me equivoqué.
Los taxis de las seis,
bancos vacíos
y mi barba dentro de las vitrinas.
Pero tú qué culpa tienes
si soy yo el
equivocado, equivocado, equivocado.
Llévame a casa
sálvame de nuevo
de estas manos frías y moradas.
Llévame de nuevo a casa
porque tengo miedo de mi mismo.
Abrázame fuerte en la oscuridad y dime
que tu también me amas
que tu también me amas.
Mis castillos de cartas,
mis ojos de púgil en el lado
equivocado,
tan equivocado.
Y mi capacidad de lastimarme
cuando me siento hijo soy un padre,
y tú me dices que eso
no es algo tan equivocado, equivocado, equivocado.
Llévame a casa
sálvame de nuevo
de estas manos frías y moradas.
Llévame de nuevo a casa
porque tengo miedo de mi mismo.
Abrázame fuerte en la oscuridad y dime
que tu también me amas
que tu también me amas.
Equivocado, equivocado, equivocado.
En mi ropa vacía a tu lado
me recoges de todos modos
entre las ventanas y puedes hacerme creer
que sea perfecto también,
que me ames también,
equivocado.
Llévame a casa,
llévame de nuevo a casa.
porque tengo miedo de mi mismo.
Abrázame fuerte en la oscuridad y dime
que tu también me amas,
que tu también me amas.
Tan equivocado.