Al compadre Juan Miguel,
no le pagan el jornal
y aunque no haiga de comer,
lo mesmo hay que trabajar.
Pobre compadre Miguel,
la vida que le ha toca'o.
Todo el día lo ha pasa'o
trabajando y sin chistar,
por unos tragos de caña
el pobre compadre Juan.
Pobre compadre Miguel,
la vida que le ha toca'o.
Como cueva de peludo,
la arispuca de Miguel;
qué perro destino el suyo
que naide se acuerda d'él.
Pobre compadre Miguel,
la vida que le ha toca'o.
El dotor y el comisario
siempre le hablan de la ley,
que hay que respetar lo ajeno
aunque no haiga de comer.
Pobre compadre Miguel,
la vida que le ha toca'o.
Juan Miguel se ha resigna'o
a vivir entre el arroz,
mientras haiga caña y mate
hay que agradecerle a Dios.
Pobre compadre Miguel,
la vida que le ha toca'o.
Pero un día habrá de ser
que esto se ha de terminar,
y la suerte del compadre
pa' su bien ha de cambiar,
¡cuando canten estas coplas
los peones del arrozal!