Nuestro universo
a contracorriente.
Todo al revés.
No por mucho tiempo.
Cuando estés en la tierra
conéctame a la corriente
que yo imagino
nuestras fusiones.
Nos deseamos
bajo alta tensión,
pero no hay prisa
ni nervios. Yo concilio tus risas
y mis electrones.
Un baile de vida,
una fiesta de globos.
Nada ordinario.
Nada más que buenos tiempos.
La cabeza al revés
pero no por mucho tiempo.
Cuando estés en la tierra
conéctame a la corriente
pues adivino
tus intenciones.
Nos electrificamos,
máxima tensión.
Los cuerpocircuitos
de dos amantes.
Nos iluminamos
con luz animal.
La escuela del electroamante.
Pienso reencontrar
el sentido de la vida
a través del aburrimiento
cuando tú te has ido.
Reencontrar el sentido,
los momentos que se insolentan entre sí,
los desfiles de los dedos,
y mis ganas de ti.
Cuando la corriente pasa
también lo hace la amenaza
del tiempo que se escapa,
del tiempo que nos separa.
Y la corriente pasa,
tengo en mí la audacia
de un campo magnético,
¡y eso es magnífico!
Nuestro universo
a contracorriente.
Vuelve a la tierra
para siempre.
Cuando tú me esperes,
conéctame a la corriente
que visualizo
una rebelión.
Nos quedamos estáticos
cuando le digo que no.
No más de seis
alocuciones.
Me asusta
la electrocución.
Mi aislante
es la pasión.
Pienso reencontrar el sentido de la vida
a través del aburrimiento cuando tú te has ido.
Reencontrar el sentido, los momentos que se insolentan entre sí,
los desfiles de los dedos y mis ganas de ti.
Cuando la corriente pasa también lo hace la amenaza
del tiempo que se escapa, del tiempo que nos separa.
Y la corriente pasa, tengo en mí la audacia
de un campo magnético, ¡y eso es magnífico!