Sentados aquí en la tierra así, en esta habitación por blanquear,
felices de no pedir más.
Dime que sí aunque aquí sólo haya una mesa como altar
y un pan para compartir.
Acércate tú también
y permíteme más.
Tu boca sobra la mía para no marcharnos.
Y bailamos descalzos con la música en la radio
más fuerte mientras los años pasan.
En esta casa que huele en cada rincón,
haremos nuestro símbolo.
También tendremos penas que quizá no sabremos evitar
o ni siquiera afrontar pero nada de lo nuestro se perderá.
Simplemente venciendo el descuido del tiempo,
danzando los dos a paso lento
con sentimiento como ahora aquí.
Tu mirada permanecerá
sin ninguna impureza.
En la riqueza o en la pobreza
no se consumirá.
Y bailamos descalzos con la música en la radio
más fuerte mientras los años pasan.
En esta casa que yo amo en cada rincón
y donde me identifico.
Tú hazlo conmigo
y no me dejes nunca sola ni por un instante.
No lo hagas o me moriré.