Somos nosotros, somos muchos,
nos escondemos en la noche,
por temor a los automovilìstas
y a los linotipìstas;
somos gatos negros,
somos pesimìstas,
somos los malos pensamientos,
no tenemos para comer
¡qué tan profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Papa, tù que fuistes un gran cazador
de codornices y faisanes ,
echa fuera estas moscas
que no me dejan dormir,
que me hacen enfadar..
¡qué tan profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Es inùtil,
ya no hay màs trabajo,
no hay màs decoro,
Diòs o quien sea,
trata de dividirnos,
de hacernos daño,
de hacernos ahogar
¡qué tan profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Con la fuerza de un chantaje
el hombre volviò a ser alguien,
resuscitò hasta los muertos,
abriò prisiones,
bloqueò seis trenes con
todos sus vagones,
levantò por un ratito el pobre
hasta un papel dificil de mantener,
y luego lo dejò caer
llorando y gritando,
solo en el medio del mar
¡qué tan profundo es el mar!
Luego, por sì mismo, el grito
se convirtiò en tambor,
y el pobre , como un relampago
en el cielo, confiado,
comenzò una guerra
para conquistar
aquel pedacito de tierra
que su grande corazòn
tuvo que cultivar
… que tàn profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Pero la tierra
se la quitaron,
inclusa la que le quedaba encima,
y fue echado
en un palacio o en una zanja,
no me acuerdo bien:
luego, una historia de cadenas,
palizas,
y cirugìa esperimental…
¡qué tan profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Entonces un mìstico,
quizàs un aviador,
inventò la conmociòn
que los puso de acuerdo a todos,
los guapos y los feos,
con unas desventajas para los feos
que se vieron entregar
un pedazo de espejo
para poderse mirar
¡qué tan profundo es el mar!
¡qué tan profundo es el mar!
Mientras tanto los peces,
los de que todos somos descendientes,
asistìan con curiosidad
al drama colectivo
de este mundo,
que sin duda a ellos
parecìa malo,
y se pusieron a pensar
dentro de su grande mar…
¡qué tan profundo es el mar!
dentro de su grande mar…
¡qué tan profundo es el mar!
Està claro
que los pensamientos molestan,
incluso si los que piensan
son mudos como peces,
y màs, son de hecho peces,
y por esta razòn es difìcil pararlos,
debido a que los protege el mar…
¡qué tan profundo es el mar!
Claro,
los que tienen el control
no estàn dispuestos a hacer distinciones poéticas:
el pensamiento es como el oceano,
no se puede bloquear,
no se puede alambrar:
asì que estàn quemando el mar,
estàn matando al mar,
estàn humilliando al mar,
estàn doblando el mar.