Varado en este pueblo fantasmal
los semáforos se bambolean y las líneas telefónicas están cortadas,
el piso cruje del frío.
Ella se llevó mi corazón, creo que se llevó mi alma.
Corro bajo la luna,
huyo de la matanza del sol ardiente.
Motivado por estrangular las venas
sin demostrar piedad, lo volvería a hacer.
Abre los ojos,
sigues llorando,
nena te dejaré seca.
Los cielos se despejan y se nublan ante mi:
veo que una tormenta borbotea desde el mar.
Y se va acercando...
Y se va acercando...
Me sacudiste hasta la médula
al dejarme varado solo y enamorado.
¿Piensas en mi?
¿Ahora dónde estoy, nena, dónde duermo?
Se siente bien pero ya estoy viejo,
2000 años de caza me pasan factura. (1)
Y se va acercando.