Quiero comprarle a la vida
cinco centavitos de felicidad,
quiero tener yo mi dicha
pagando con sangre y con lágrimas.
Quiero tenerte en mis brazos,
tan sólo un minuto poderte besar;
aunque después no te tenga
y viva un infierno
y tenga que llorar.
Aunque me mate la angustia
de saber que fuiste
y ya no serás,
quiero comprarle a la vida,
cinco centavitos de felicidad.
(se repite desde el inicio)