Mas vale no pensar en nada
que no pensar nada,
nada ya es algo,
nada ya es mucho;
no nos acordamos de nada
y, como nos olvidamos de todo,
nada es mucho mejor,
nada es mucho mejor que todo.
Más vale no pensar en nada
que pensar en ti;
eso no me sirve de nada,
eso no me sirve de nada en absoluto,
como si nada
ocurriera, pienso en todas
esas minucias
que me llegaban de ti.
Si no hubiera casi nada,
casi nada entre nosotros,
evidentemente
eso no es mucho,
son esas minucias
que he puesto todas juntas,
esas minucias
que me llegaban de ti.
Más vale llorar por nada
que reírse de todo;
llorar por una minucia
es ya mucho,
pero tú, tú no tienes nada
en el corazón y reconozco que
te envidio,
y estoy muy enfadado contigo.
Son esas minucias
que me llegaban de ti,
¿las quieres?
¡Tenlas! ¿Qué quieres?
No quiero por nada
en el mundo nada más de ti,
para ser tuya
hay que estar medio loca.