Cenicienta, para sus veinte años,
es la más bella de las niñas.
Su guapo amante,
el principe encantado,
la lleva en su caballo blanco.
Se olvida del tiempo,
en su palacio adinerado.
Para no ver que un nuevo día
comienza,
cierra los ojos,
y en sus sueños...
Ella se va,
bonita historieta.
Cenicienta, para sus treinta años,
es la más triste de las madres.
El prince encantado
se dió el piro
con la bella durmiente.
Ha visto cien caballos blancos,
lejos de ella, llevar
a sus hijos.
Ella empieza a beber,
a arrastrarse por los bares,
abrigada por su depresión,
ahora hace la calle.
Ella se va,
bonita historieta.
Diez años de esta vida han sido suficientes
para convertirla en yonqui,
y en un sueño infinito
Cenicienta ve terminar su vida.
Las luces bailan
en la ambulancia,
pero ella gasta su última oportunidad,
todo eso ya no tiene importancia.
Ella se va,
fin de la historia.
Nuestro padre, que es tan mayor,
has realmente hecho
lo mejor?
Porque en la tierra y en
el cielo
a tus ángeles no les gusta
volverse viejos.