Pasaría tres vidas pensando en ciudades
de las cuales huiría saltando por los tejados,
de la manera más digna de robar una sábana
que me sirviera como tal, o como herramienta de vuelo.
De hecho, hoy soy viajero
de la línea más curva del humo del café,
de una idea que se clava cuando no pienso en nada.
De hecho, si te he de ser sincero,
navegando a la deriva me lo paso bastante bien,
en la clase turista de un cielo extranjero.
Ahora que no tengo palabras,
ahora que se borra el tiempo.
Ahora que vivo en la luna
y no sé muy bien porque.
Deambularía tres vidas contando los detalles
tan pequeños como las gotas que nos hacen de espejo,
cada pieza perdida de un lugar incompleto,
las virtudes de la lana cuando sé que tienes frío.
De hecho, estoy muy bien.
Lo intangible es la única forma que conozco,
yo que vivo en un astro y no pienso en nada.
De hecho, si me tengo que ser sincero,
navegando a la deriva me lo paso bastante bien,
en la clase turista de un cielo extranjero.
Ahora que no tengo palabras,
ahora que se borra el tiempo.
Ahora que vivo en la luna
y no sé muy bien porque.
Ahora que no somos perfectos
y tenemos lo que sabemos.
Ahora que vivo en la luna
y no, no pasa nada.