Cecilia dice siempre lo que piensa
y casi nunca piensa como yo.
Si tengo hambre, busca en la despensa
y me guisa unos besos con arroz.
Cecilia duerme bien acompañada,
porque a menudo la acompaño yo.
Cuando se harta de estar enamorada,
le regalo un vestido y un amor.
Mi gozo, mi veneno, mi pasión.
Cecilia tiene algunas fantasías
y algunas fantasías tengo yo.
Le cambio las suyas con las mías
y se hacen realidad entre los dos.
Cecilia sabe tanto de la vida
porque ha vivido tanto como yo.
Cada sábado, bronca y despedida.
Cada domingo, reconciliación.
Me gusta hablar con ella sin hablar.
Tengo una novia de buena familia,
con filias y fobias, cristal y vereda.
Tengo en mi cama una Venus en llamas,
una duda desnuda, una mina de seda.
Pupele mía, rayito de sombra,
gatito de alfombra, Palermo y Gran Vía.
Mi sueño, mi vigilia, mi adicción… Cecilia.
Cecilia busca amores imposibles,
por eso fue posible nuestro amor.
Cecilia, tan altiva y tan sensible,
tan diva y tan de nadie como yo.
Mi gozo, mi veneno, mi pasión.
Tengo una novia de buena familia,
con fobias y filias, cristal y vereda.
Tengo en mi cama una Venus en llamas,
una duda desnuda, una mina de seda.
Pupele mía, rayito de sombra,
gatito de alfombra, Palermo y Gran Vía.
Mi sueño, mi vigilia, mi adicción... Cecilia.