Esa noche no tenías más que tus veinte años
que ofrecerme como un ramillete de primavera.
En el amor, que a menudo me había engañado,
yo ya no creía, pero cuando te he visto…
Esa noche hubiera querido inventar
palabras que no han existido jamás,
palabras de amor en traje de gala
para esa noche.
En tus brazos he comprendido desde esa noche
que la vida no tendría interés para mí
lejos de ti.
Amor mío, te he dado lo mejor,
lo mejor de lo más profundo de mi corazón,
de mi corazón que aún guarda la dulzura
de esa noche.
Esa noche, pero ¿para qué volver atrás?
Todo eso no es para mí sino un recuerdo,
pero nunca he podido librarme del sueño loco
que me había engañado.
Te había dado mucho más que mi vida,
pero puede que no hayas comprendido
que arrancabas mi sueño infantil
al abandonarme.
Y sin embargo, si un día vuelves a mí
guardo en mi corazón tanto amor
como el primer día.
Siempre tanto amor por ti que espero,
que espero como se espera la primavera,
la primavera, con los brazos llenos de lilas
para esa noche
Amor mío, te esperaré todos los días
mientras viva, estaré allí
esa noche…