Me rindo,
me rindo ante al frío que hace desde que te rendiste.
Yo no soy nadie
pero tú eres mucho.
Quien yo era ahora es un misterio, pero tú eres mucho.
Estoy siempre en casa o nada, los días los cuento en mi mente
pero pierdo el número porque mi trabajo es el perdón.
En desiertos soy experto, sin embargo, todavía me pierdo en ellos.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera de ti.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no, no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera en casa en Navidad.
Estoy solo y siempre ha sido así.
El valor del defecto, el hecho que lo admito.
He aplaudido, he asentido.
Desequilibrio del control el hecho que ahora me derrumbo.
Y le pregunté a un transeúnte quién soy.
Me respondió: "Quien no recordaba".
¿Cómo da miedo tu cara si en el espejo ya no la ves?
En la eternidad soy experto, sin embargo todavía me pierdo en ella.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera de ti.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera en casa en Navidad.
Jueves, viernes, lunes.
Lunes, jueves, viernes.
Imaginaba tenerte así.
Pero no imaginaba verte así.
Jueves, viernes, lunes.
Lunes, jueves, viernes.
Gritan en el noticiero,
en el servicio sobre el caos que precede a mi Navidad.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera de ti.
Con todo lo que me gusta.
Con todo lo que odio de mí.
Con todo lo que no me gusta de ti.
Con todo lo que quisiera en casa en Navidad.