Tanto busqué esta soledad,
me escudo con mis costumbres,
y tú apareces como el viento,
que agita mi corazón mientras me secuestra.
Debería correr, debería huir,
pero me anclas a estar aquí,
aún si todas las señales apuntan a un futuro
que oscurece tus incursiones.
Y he soñado, incluso esperado,
sé que no te haré cambiar
tus conquistas se quedan entre nuestras sábanas.
Y usadas por nuestros soplos entrecortados,
jamás tendremos una carta blanca,
y planeo mi venganza
sobre ti, sobre ellas pero sobre todo para ti.
Conté las horas, los tiempos muertos,
pasados en la noche cuando dormía,
y cuando por fin tu llegabas, yo me golpeaba la cabeza,
mientras tú escondías tu teléfono.
Debería corres, debería huir,
pero me anclas a estar aquí,
aún si todas las señales apuntan a un futuro
que oscurece tus incursiones.
Y he soñado, incluso esperado,
sé que no te haré cambiar,
tus conquistas se quedan entre nuestras sábanas.
Y usadas por nuestros soplos entrecortados,
jamás tendremos una carta blanca,
y planeo mi venganza
sobre ti, sobre ellas pero sobre todo para ti.