¡Válgame Dios, qué árbol
tan prodigioso!
El que recoja el fruto,
será dichoso.
El que recoja el fruto,
también se obliga
a mantener el árbol
mientras que viva.
Ayer tarde te vide
moza soltera,
hoy te veo casada,
¡para bien sea!
Hija de buenos padres
bien sé que lo eres
y así lo van diciendo
tus procederes.
Salga la clavellina
por donde debe salir,
como salen las rosas
de mayo y abril.