Todo camino puede andar, todo puede andar.
Con esta sangre al rededor, no se qué puedo yo mirar,
la sangre ríe idiota, como esta canción, ¿y ante quién?
ensucien sus manos como siempre,
relojes se pudren en sus mentes ya.
Y en el mar,
naufragó,
una balsa que nunca zarpó
mar aquí, mar allá.
En un momento va a saber que ya es la hora de volver
pero trayendo a casa todo aquél fulgor, ¿y para quién?
las almas repudian todo encierro
las cruces dejaron de llover.
Sube al taxi nena,
los hombres te miran, te quieren tomar
Ojo el ramo nena,
las flores se caen, tenés que parar.
Vi la sortija muriendo en el carrusel
vi tantos monos, nidos, platos de café.
Platos de café.
Guarda el hilo nena,
guarden bien tus manos esta libertad.
Ya no poses nena,
todo eso es en vano, como no dormir.
Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo el tiempo por pasado fue mejor,
mañana es mejor.
Aquellas sombras del camino azul, ¿dónde están?
yo las comparo con cipreses que vi
sólo en sueños
y las muñecas tan sangrantes están de llorar.
Yo te amo tanto que no puedo despertarme sin amar.
Y te amo tanto que no puedo despertarme sin amar.
Y te amo tanto que no puedo despertarme sin amar.
No, nunca la abandones, no, puentes amarillos,
mira el pájaro, se muere en su jaula.
No, nunca la abandones, puentes amarillos,
se muere en su jaula, mira el pájaro,
puentes amarillos.
Hoy te amo ya, y ya es mañana.
Mañana
Mañana
Mañana