A veces, algunas veces,
el cantor tiene razón.
No es solo su corazón
lo que sale por su boca,
son los ecos que en el aire
ha dejado el labrador,
la mujer, el oprimido,
es el llanto del nacido,
los ecos de su canción.
A veces, algunas veces,
el cantor tiene razón
y busca en algún rincón
la llave de la esperanza.
Y a quien le escuche le calma
si no es el hambre del cuerpo
sea el hambre del dolor.
Poeta de puerta adentro,
espectadora dormida,
nadando sola en el río
no pasa nada en tu vida.
Cigarra, canta cigarra,
que ya está llegando el día.
A veces, algunas veces,
el cantor tiene razón.
Aunque tape el nubarrón
la alegría de la vida
de un día nace otro día
y a esa fuerza no la matan
aunque maten al cantor.