En mis pagos hay un árbol
Que del olvido se llama
Donde van a consolarse, vitalidad, los moribundos del alma
Para no pensar en vos
En el árbol del olvido
Me acosté una nochecita, vitalidad
Y me quedé bien dormido
Al despertar de aquel sueño
Pensaba en vos otra vez
Pues me olvidé de olvidarte, vitalidad, en cuantito me acosté