En una casa del barrio San Pedro
Francisca muestra todo su cuerpo,
pone el dinero entre sus senos,
toma un vino negro y algunas ginebras.
Viste de verde, viste de rosa,
y se desviste muy silenciosa.
Los lunes que no trabaja Francisca,
con una canastita con flores, y su hijita
van a correr por el monte,
los caminos y los campos.
Ella dice que los besos,
los gorriones y las flores
los lunes tienen más perfume.
En una habitación del fondo de la casa
los hombres pasan, los hombres pasan.
Nadie le ofrece algún trabajo
porque tienen miedo de quedarse sin ella.
Piel de canela, ojos de pasto,
cabellos largos y aliento a trigal.
Los lunes que no trabaja Francisca,
con una canastita con flores, y su hijita
van a correr por el monte,
los caminos y los campos.
Ella dice que los besos,
los gorriones y las flores
los lunes tienen más perfume.