¿Puedes oír el sonido del cielo?
Como el sonido de muchas aguas,
es el sonido de adoración que viene desde Su trono.
Hay gritos de adoración cuando los hombres de cada nación
alzan sus voces para que se conozca Su gloria cantando:
Santo, Santo, Santo eres tú, Señor
Santo, Santo, Santo eres tú, Señor
Los ancianos y los ángeles te veneran,
los redimidos te adoran ahora.
Santo, Santo, Santo eres tú, Señor.