Qué lindos ojos en las barreras,
cuantos claveles, cuanto mantón,
en los tendidos y en las lumbreras,
en toda sombra y también en sol.
Dicen que hay toros bravos de veras,
dicen que hay arte y que hay valor,
y al dar las cuatro ya no hay esperas,
se escucha el grito de la afición:
Cañitas,
eres torero
porque en tu capa brilla
el arte verdadero.
Cañitas,
tú con un quite
consagras tu figura
y que la gente grite.
Torero de maravilla
que te juegas la vida
en un par de banderillas.
Cañitas,
eres tú matador de postín,
eres rey del valor
de la fiesta de seda,
de sangre y de sol.
(se repite desde el inicio)