Me gritaré hasta convencerme de que ya no me haces falta
y mi calma que en otra cama duerme va a volver a recorrer tu espalda
Sé que no podré pero me salva imaginar
que tu falda volverá a estar tirada en el suelo de casa.
Cánsate conmigo, abrígame la estancia
con esta desconfianza que me enfría, me vacía, pero sacias
dejando que el dolor del corazón haga la magia
y quizás este armazón acabará dando las gracias.
Que hablen de lo nuestro lo que quieras
se que el resto no comprende que hay opuestos que se anhelan
pero nena, dame de esos besos de escalera
que me calen a los huesos pa´ gritarme que se quedan.
Recuérdame aunque no suene el teléfono
ya marqué tu numero en un duermevela
pero de que vale una vida entera sin un propósito
te firmaré de anónimo los besos que te deba.
Cánsate conmigo, nos queremos pero a veces lo olvidamos
nada está perdido, dime que haremos si al final nos encontramos
nunca había sentido, un amor como si fueran cien disparos
pero sigo disparando sin motivo, que me quedo aquí contigo
aunque al final nos salga caro.
Fuimos del amor dos aprendices
y siempre va a saber a poco nuestra estancia
aunque se dejen curar las cicatrices
no se elije y nunca quedan más secuelas que nostalgia.
Por las veces que añoraste y te quedaste aquí
por las veces que dudaste y me volví a por ti
la cabeza hecha un desastre y nuestra cama un ring
juguemos y dejemos para luego lo de discutir.
Y cuando duerme la ciudad te escribo
imaginándote cansándote conmigo
prometido, aunque el corazón sangre y no hay olvido
que le agrade porque nadie le hace sentirse tan vivo.
Ya hace tiempo que dejamos de buscaros
pero siempre voy a estar agradecido
por las veces que pudimos alejarnos
y luchamos contra todo pero nos venció el destino.
Cánsate conmigo, nos queremos pero a veces lo olvidamos
nada está perdido, dime que haremos si al final nos encontramos
nunca había sentido, un amor como si fueran cien disparos
pero sigo disparando sin motivo, que me quedo aquí contigo
aunque al final nos salga caro.
Siempre habrá una línea divisoria
junto a mis canciones con dedicatoria
no dejes de hacerme hueco en tu memoria
para abrazar el recuerdo de lo bueno de esta historia.
Y aunque pienso que es el peso de la huida
ya no hay beso que reciba que sirva de alternativa
por eso por cada verso salvavidas
suena música en mi piano pa´ cerrarme las heridas.
Cánsate conmigo, nos queremos pero a veces lo olvidamos
nada está perdido, dime que haremos si al final nos encontramos
nunca había sentido, un amor como si fueran cien disparos
pero sigo disparando sin motivo, que me quedo aquí contigo
aunque al final nos salga caro.