Lo celestial apaga mi boca
para ir hacia ti,
El perfume del deseo que yo amo,
tú estabas ahí,
sola, en el borde del barranco, me dices,
"¿Vamos?"
Tú pegada a mí,
yo pegado a ti.
En la caja del aburrimiento
es la sed la que tiene...
hambre en la tripa que ha crecido,
se consideran los senos;
en el grito de la noche
que nos destruirá, no me da miedo nada,
cuando estás ahí,
yo no tengo miedo.
Solo tú, solo yo,
hechos de fiebre y de ganas,
en el hollín nos ahogamos,
ávidos de prohibiciones;
solo tú, solo yo,
en el seno del incendio,
te invito a la lucha y tú
tú me dices que sí,
vamos, ven...
De la pista despegan
los caballos enrabietados.
Se desbocan y después se pegan
los labios envenenados.
Se unen los venenos,
y nos hacemos uno.
De las verdades de lo sagrado,
tú me das la llave.
Solo tú, solo yo,
hechos de fiebre y de ganas,
en el hollín nos ahogamos,
ávidos de prohibiciones;
solo tú, solo yo,
en el seno del incendio,
te invito a la lucha y tú
tú me dices que sí,
vamos, ven...
por la muerte, por el amor,
tú buscas el día
en el amor, en la muerte,
cuchillos en el terciopelo
Por la anarquía de los cuerpos
te alzas y ardes,
gimes pidiendo socorro
a la muerte, al amor,
por la muerte, por el amor,
tú buscas el día
en el amor, en la muerte,
cuchillos en el terciopelo
en la anarquía de los cuerpos
te alzas y ardes
sonríes y corres
hacia la muerte, hacia el amor.