Nena, no te vayas,
soy un puto perdedor resentido,
no soy lo bastante orgulloso para quedarme,
pero sigo pensando en ti,
y me siento tan sólo sin ti
y no puedo sacarte de mi cabeza.
Nena, no me dejes solo
con mi alma cruzada de brazos como una tumba fría como un témpano.
¿No está claro que cuando estoy cerca de ti
me muero por escucharte
decir mi nombre otra vez?
Así que no ignores
mis ojos llorosos,
tiene que ser algo en el aire que respiro.
Sí, y trato de ignorar
toda esta sangre en el suelo,
es este corazón en mi manga que tiene una hemorragia.
Nena, no te vayas,
me dejas aquí privado de las palabras tan severas y llanas
que decían que el amor que teníamos
era únicamente egoísta y penoso.
Verte ahora con él
me está volviendo loco.
Así que bésalo otra vez
sólo para demostrarme que puedes,
y yo me quedaré aquí
y arderé en mi piel.
Sí, me quedaré aquí
y arderé en mi piel.