De noche, al ponerse el sol,
un pueblo colorido
y un cantar
viajan a través del valle.
Su canción
me era desconocida,
pero su melodía
me hechizó.
A través del valle
ves marchar a los juglares.
Medio sabios, medio tontos,
respetados y despreciados.
Y desde entonces
puedes ver los límites
de tu mundo,
que parece tan grande e importante para ti.
Vuela con el viento
y vuelve a sentir la libertad.
Sigue esta canción,
pues los malos hombres
no conocen ninguna.
Desde aquella noche,
ya nada es igual,
y hace mucho tiempo
que no veo mi tierra natal.
Con las canciones,
viajo por un mundo
donde la libertad es
uno de los bienes más preciados.
Vuela con el viento
y vuelve a sentir la libertad.
Sigue esta canción,
pues los malos hombres
no conocen ninguna.