Esta tarde te vi, nerviosa de esperar,
Por eso me vestí, apenas sin hablar,
Hoy hace un año ya, que alegre y sin dudar,
De blanco te llevé, ante el juez del lugar.
He mirado el reloj, las ocho van a ser,
Tu traje no llegó, lo esperas desde ayer,
Y el moño que lucir, pretendes hoy mujer,
Con tanto ir y venir, terminó por caer.
Corres, vienes y vas, por medio del salón,
Te enciendes más y más, lo mismo que un ciclón,
Y no sabes qué hacer, si reír o llorar,
Yo cumplo mi deber, yo debo de callar.
No querrás pretender, que aguarde la función,
Y no podremos ver ni un acto de Manon,
Tomando sin tardar, en vuelo un avión,
Podríamos llegar, al bajar el telón.
Buen aniversario, buen aniversario.
El vestido llegó, ya puedes respirar,
También respiro yo, a punto de estallar,
Más pronto comenzó un drama singular,
Tu traje no cerró, y te oí sollozar.
A tu espalda corrí, con ganas de ayudar,
Tan pálida te vi, como una flor de azar,
Y el cierre descorrí, más luego al intentar,
Cerrarlo lo partí, ¡ay de mí!, por piedad.
A las once por fin, cocido el desgarrón,
Pareces un jazmín envuelta en el visón,
Tratamos de alcanzar un acto de Manon,
Tan justos que al llegar, termina la función.
¿Dónde quieres cenar?, muy triste te pedí,
Tardaste en contestar, diciendo luego así:
Prefiero caminar contigo por París,
Y luego regresar para ser muy feliz.
Buen aniversario, buen aniversario,
Buen aniversario…